jueves, 2 de septiembre de 2010

Laguna de Castillos

Como un espejo encantado, las aguas de la laguna de Castillos reflejan un entorno mágico. Dunas viajeras, bosques de ombúes, restos de trágicos naufragios, playas tan bellas como solitarias, palmeras, lobos marinos y aves de mil colores son solo algunos de los atractivos de una región que invita a descubrir sus secretos.

Camino a la cuchilla del Arbolito se disfruta un paisaje serrano; hay una vista panorámica (cerca de Torre Microondas de ANTEL) de un extenso sector de la costa rochense, distinguiéndose las dunas del Cabo Polonio. El excepcional dominio que de la zona posee este lugar, hizo que los españoles instalaran allí en 1797, una guardia militar a la que llamaron Don Carlos. Sus restos están hoy abandonados.

Rumbo a Aguas Dulces. La carretera corre paralela al océano y a una cadena de playas desoladas, balnearios bautizados pero nunca construidos, tan solitarios hoy como hace un siglo.

A ambos lados del camino puede verse un gran número de aves, entre ellas muchos cuervillos: dos especies muy abundantes en Rocha, de pico curvo y largo y plumaje negro que a veces toma tonos verdes y azules brillantes. El cuervillo de cara afeitada se diferencia del común por tener el plumaje más oscuro, las patas más cortas y el pico más claro. Los dos son llamados "masarico" por los rochenses.

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